Recomendamos el texto de Jorge Bravo
Para el teórico John Rawls la
justicia debe maximizar el beneficio para los miembros menos aventajados de la
sociedad. En radiodifusión, los menos favorecidos son los medios comunitarios e
indígenas: limitados recursos para operar, escasas frecuencias para comunicar,
reducida potencia para cumplir con su función social. Además, se les opone una
industria de la radio y la televisión que preferiría que no existieran,
instituciones públicas insensibles a las condiciones particulares de los medios
sociales, así como taras de las propias emisoras, organizaciones y comunidades
que ven con desconfianza el papel de la autoridad frente al derecho a
comunicar.
A su difícil situación se
suma el injusto denuedo de algunos legisladores por condenar a las radios
comunitarias que no tienen una concesión, llamándolas “piratas”, sancionando
con dos a seis años de cárcel a sus trabajadores, multas de 100 a 300 unidades
de medida para quienes seguramente no reciben un salario, negándoles el derecho
a solicitar una concesión social por un plazo de cinco años por haber prestado
servicios de radiodifusión sin autorización y decomisando sus equipos de transmisión.
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Fuente: El Economista.