Política de comunicación indígena,
características y compromisos.
2012: Año Internacional de la Comunicación Indígena
Por Franco Gabriel Hernández*
1.
Un acercamiento conceptual a la comunicación
indígena.
La comunicación indígena puede verse desde varias perspectivas. Como
una estrategia para fortalecer la cultura y la identidad; como un proceso de
construcción de la resistencia indígena frente los embates de la globalización;
como un espacio de construcción de nuevos escenarios de desarrollo y vida de los
pueblos indígenas; como un mecanismo para favorecer la interculturalidad; como
un poder, y como el ejercicio de un derecho público. Ninguna de estas
perspectivas debe ser evitada por el ejercicio de las demás, sino practicarse
desde un enfoque de totalidad, según lo requieran las diversas situaciones que viven los pueblos indígenas y de acuerdo con las realidades específicas donde la comunicación indígena se hace presente.
desde un enfoque de totalidad, según lo requieran las diversas situaciones que viven los pueblos indígenas y de acuerdo con las realidades específicas donde la comunicación indígena se hace presente.
Un primer acercamiento a la comunicación indígena es reconocerla como
lo estableció el I Congreso Nacional de Comunicación Indígena de México: “los
comunicadores indígenas entendemos el proceso de comunicación en su sentido más
amplio, con todas las formas posibles, desde las tradicionales de cada uno de
nuestros pueblos, así como la prensa, la radio, la televisión, la Internet,
cine y video”. Sin embargo, vale la pena
diferenciar las perspectivas
porque ayuda a pensar en el contenido de la comunicación indígena, en sus propósitos y compromisos; pero sobre todo, para ir acercándose, según cada mirada, a una construcción conceptual suficientemente válida desde el propósito de dar sentido social, cultural y político a la comunicación indígena.
porque ayuda a pensar en el contenido de la comunicación indígena, en sus propósitos y compromisos; pero sobre todo, para ir acercándose, según cada mirada, a una construcción conceptual suficientemente válida desde el propósito de dar sentido social, cultural y político a la comunicación indígena.
La
comunicación indígena como una estrategia para fortalecer la cultura y la
identidad de los pueblos indígenas obliga a
tener en cuenta que la
comunicación indígena debe sustentarse en la vida, cosmovisión, identidad,
valores, cultura, idiomas originarios y aspiraciones de los pueblos y
nacionalidades indígenas. Por lo mismo, es prioritario que los comunicadores
indígenas tomen en cuenta el conocimiento de los abuelos, la voz de las
autoridades tradicionales, la experiencia y saberes de los portadores de las
culturas en sus diferentes manifestaciones; basarse en la investigaciones de
los sitios sagrados, de los mitos y leyendas de los pueblos, de la cosmovisión
general del pueblo o comunidades del universo en que llega la comunicación,
cuidando siempre de valorar constantemente lo que se puede informar, difundir o
compartir, porque hay conocimientos que deben guardarse y hay otros que sí se
pueden compartir. Esto significa que el comunicador indígena es un sujeto
comprometido con su pueblo, con su cultura y con todo lo que representa la
identidad de los miembros de su pueblo.
La comunicación indígena como un proceso de construcción de la
resistencia indígena frente los embates de la globalización se articula con el
compromiso de la comunicación indígena ya señalada en el párrafo anterior, pero
además, tiene que dar señales a la gente de cómo resistir las tentaciones de la
globalización en la alimentación, en los cultivos, en el uso de recursos
tecnológicos, uso de abonos y herbicidas y todo cuanto envenena la tierra.
Asimismo, tiene la responsabilidad de ser medio de articulación de las luchas
de los pueblos por su autonomía, por su territorio, por la defensa de los
recursos naturales y por un aprovechamiento adecuado de los mismos; debe asumir
la tarea de difundir proyectos ecológicos y de productividad que mantengan la
vida y cuiden el ambiente; en fin, en este contexto el comunicador indígena no
sólo debe ser miembro y hablante de la lengua indígena sino un estudioso de
todos estos temas, a fin de no convertirse en un nuevo colonizador, sino en un
sujeto que a través de la comunicación indígena liberadora contribuya a mejorar
las condiciones de vida y a cuidar que no se deteriore la calidad de vida de
los pueblos indígenas.
La comunicación como construcción de nuevos escenarios de desarrollo y
vida de los pueblos indígenas es una tarea que debe hacer de la comunicación un
espacio de intercambio, de enriquecimiento y de búsqueda de experiencias de
desarrollo de otros pueblos indígenas en el mundo; experiencias de pueblos que
a través de la cultura propia han logrado construir proyectos civilizatorios alternos
al modelo capitalista que predomina en el mundo o de los modelos socialistas
que aún se mantienen como experiencias de desarrollo en algunos pueblos. La
idea no es copiar a nadie sus modelos sino mirar la capacidad y las
experiencias de otros para nutrir las propias realidades culturales existentes
en nuestros pueblos y recuperar prácticas que se han ido olvidando o que se han
mantenido en una vida marginal como el tequio, la guetza, la ayuda mutua y un
sinnúmero de formas sociales y económicas colectivas, englobadas en la idea de
comunalidad que ha distinguido a nuestros pueblos y les han permitido resistir
a los embates del capitalismo depredador. Existen nuevas experiencias de
explotación sustentable de los bosques y los recursos del agua que deben ser
compartidos para servir como impulso a nuevas experiencias de desarrollo
alterno y los medios de comunicación indígena pueden prestar este servicio a
los pueblos indígenas.
Como un mecanismo para favorecer la interculturalidad, la comunicación
indígena debe diferenciar sin discriminación al “otro” y presentarlo cual es.
Este “otro” pueden ser los otros pueblos indígenas y los pueblos no indígenas,
a través de sus culturas y lenguas, así como sus valores y cosmovisiones.
Indudablemente que no basta aceptar al otro como diferente, sino aprender a
respetar la diversidad, la diferencia y aprender a enriquecerse con las
aportaciones de otros pueblos. En este campo la comunicación indígena tiene un
enorme potencial y un trabajo estratégico fundamental. Se parte de la idea de que se puede ser
hombre del mundo si primero se es hombre de un pueblo, del pueblo propio. El que tiene una identidad fuerte y positiva
puede estar en todos los mundos sin dejar de ser él mismo, pero siendo
respetuoso de la diversidad en la que convive y se desarrolla como hombre
perteneciente a un pueblo propio. Se es universal sin dejar de ser uno mismo.
La
comunicación indígena como poder es quizá una de las perspectivas más delicadas
de la comunicación. La primera responsabilidad de la comunicación en este campo
es comprometernos a
ejercer la comunicación con autonomía, con profundo respeto a nuestro mundo
espiritual, en el marco de la pluralidad cultural y lingüística de nuestros
pueblos y nacionalidades. Esta es una de las tareas que encomendó a la
comunicación indígena en la Cumbre Continental de Comunicación Indígena del
Abya Yala en La María Piendamó, Colombia. La segunda cuestión para ejercer
debidamente el poder de la comunicación es que ésta sólo tiene sentido si se da
en el marco de nuestra cultura y a través de nuestros idiomas originarios, si
la ponemos al servicio de la vida de nuestros pueblos; también para dar a
conocer a todos los pueblos indígenas y a todos los pueblos del mundo, las
luchas por nuestros territorios, por nuestros derechos, por nuestra dignidad e
integridad.
De esta manera, todos los esfuerzos por lograr que la comunicación
indígena quede en manos de nuestros pueblos es lo que fundamenta que la
comunicación sea un poder que debemos apropiarnos y ejercer para incidir en la
sociedad y en la formulación de políticas públicas que nos garanticen el
derecho de acceder a los medios de comunicación y nuevas tecnologías. En este sentido hacemos nuestro el
planteamiento de la Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala
para que la comunicación indígena se convierta en un espacio permanente para
realizar la minga de pensamientos y acciones sobre la comunicación indígena y
el espacio legítimo para:
“Compartir nuestras experiencias, problemas y aspiraciones en el campo
de la comunicación y para la formulación de planes y estrategias al servicio de
nuestros pueblos y nacionalidades indígenas”.
“Construir una plataforma capaz de encaminar y articular nuestros
esfuerzos a nivel del continente Abya Yala, para que la comunicación indígena
esté siempre al servicio de nuestros Pueblos y de nuestras legítimas
aspiraciones. Como primer paso decidimos establecer un enlace continental de
comunicación indígena que articule las diferentes redes, procesos y experiencias
de los pueblos, organizaciones y comunidades indígenas. Esta plataforma debe
servir también para articular esfuerzos con los pueblos afrodescendientes,
campesinos, sectores sociales y grupos afines al pensamiento de los pueblos
indígenas”.
“Articular el esfuerzo continental de nuestros pueblos y sus
comunicadores indígenas para exigir a los Estados nacionales el respeto al
derecho a la comunicación y a la información, realizando las reformas
legislativas necesarias para un marco jurídico que fomente los sistemas de
comunicación propios y la formación permanente en todos los niveles, de acuerdo
a nuestra cosmovisión y cultura”.
“Avanzar en los procesos de concertación con y en los organismos
internacionales para desarrollar normativas que garanticen el pleno ejercicio
de la comunicación indígena, teniendo en cuenta la Declaración Universal de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, la Declaración y
Plan de Acción de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, el
Convenio 169 de la OIT y las leyes de países del continente que hayan avanzado
sobre la materia”.
Por último, entender la comunicación como el ejercicio de un derecho
público es hasta el momento la parte más débil de la comunicación indígena en
México por la falta de reglamentación de este derecho. Estamos conscientes que la comunicación
indígena es el ejercicio de un derecho establecido como práctica entre los
pueblos y comunidades indígenas pero esto no es suficiente. Este derecho debe
quedar reconocido en las leyes nacionales, para así tener acceso, de manera
legítima a los recursos para su ejercicio y desarrollo. Este es un campo
pendiente que no podemos olvidar y es una lucha que jamás debemos abandonar.
Si queremos que la comunicación indígena sirva de puente que nos
enlace con la sociedad mayoritaria nacional, lo debemos hacer para que esta
sociedad mayoritaria nos ayude y nos apoye en nuestra lucha por el
reconocimiento de nuestros derechos a la comunicación y a la información en
toda su plenitud. Sin embargo la conciencia de esta necesidad y su
trascendencia no existe con la fuerza necesaria en la sociedad mayoritaria. Por
eso debemos hacer nuestro trabajo intercultural, a fin de que la sociedad
aprenda a conocernos y valorarnos y nosotros los aceptemos en sus valores y
limitaciones. La comunicación, a través de la palabra puede ayudarnos al
reconocimiento de los otros y reconocerse con otros en lo que consideremos
justo y valioso.
El gobierno federal y el Congreso de la Unión están limitados de
reformar la ley correspondiente, el primero porque sólo simula un
reconocimiento a los pueblos indígenas y está aprisionado por los intereses de
los medios de comunicación dominantes en México que han cooptado su libertad de
actuar; el segundo, porque sólo juega el acto de legislar y lo que hace está
determinado por los intereses de sus partidos y por los compromisos abiertos u
ocultos con los medios hegemónicos en México; los legisladores hasta ahora no
han mostrado que tienen responsabilidad con el pueblo en general, menos con los
pueblos indígenas que siguen estando para ellos invisibles políticamente.
Dentro de todas estas posibilidades y limitaciones, la comunicación
indígena es como las arterias y las venas para el cuerpo, por ella corre la
sangre que da vida a nuestros pueblos y comunidades, a través de ella se
distribuye y se alimenta el espíritu del pueblo circulando la cultura, la
lengua, las luchas por la autonomía y los sueños y proyectos de los pueblos
indígenas que salen del silencio de siglos y empiezan a proclamar su propia
palabra. Por ello podemos afirmar que la comunicación indígena es una
herramienta estratégica, como comunicación es un compartirnos algo mutuamente,
esto es debe estar centrada en nosotros mismos para nosotros, con nosotros y el
mundo, esto es expresar lo más genuinamente nuestro ser y nuestra esencia; y es
indígena porque debe expresar nuestra lucha para dejar de ser dominados,
manipulados, discriminados, explotados y hacernos visibles ante la sociedad
mayoritaria nacional en un primer momento y ante el mundo como parte de la
humanidad.
1.
Sobre los contenidos de la comunicación indígena
Si aceptamos
la idea de que la comunicación es un compartirnos algo mutuamente, el contenido
de la educación debe empezar por compartir lo que somos y afirmada nuestra
identidad buscar en el mundo otras experiencias, valores, conocimientos y
tecnologías que nos ayuden a ser, a expresarnos en ámbitos mayores y a florecer
como pueblos con cultura propia, con expectativas propias, con realidades
concretas y con sueños del presente y del futuro que nos pertenecen como parte
de nuestra historia interrumpida desde la colonización ibérica.
Por esta razón consideremos que el contenido de la comunicación
indígena debe sustentarse, como se señala al principio de este documento, en la
vida, en la cosmovisión, en los valores, en la cultura, en los idiomas
originarios y en las aspiraciones de los pueblos y nacionalidades indígenas, a
fin de fortalecer nuestra identidad, clarificar nuestras aspiraciones y
difundir nuestras luchas. Debe, además, responder a las necesidades de información que prevalecen en nuestros
pueblos; ser diseñados con la participación comunitaria; visibilizar y
acompañar el proceso de lucha y resistencia cultural, poniendo especial
atención a contenidos para el avance en la construcción de mejores condiciones
de vida, o como lo reconoce la Cumbre continental de Comunicación Abya Yala, en
la “construcción de Planes de Vida , del Buen Vivir (Sumak Kawsay y Suma
Qamaña), en la construcción de Estados Plurinacionales, en el ejercicio del
derecho propio, la autonomía alimentaria, la revitalización de los idiomas
originarios y el respeto a la Madre Tierra (Pacha Mama)”.
Seguramente
este Congreso puede, con la experiencia de los diversos hermanos, avanzar en la
definición más concreta de la comunicación indígena, teniendo presente que la
idea que debe orientarnos es, primero fortalecer nuestra propia cultura y de
ella nuestra lengua, cosmovisión y formas de vida y convivencia con la madre
tierra. Vale la pena señalar la importancia de fortalecer los saberes
comunitarios, los conocimientos ancestrales de la vida y de nuestra relación
con la naturaleza y los otros hombres, así como los conocimientos
contemporáneos que nos permiten interactuar en este tiempo y mantener el rostro
propio. Nada de esto puede comunicarse si no nos apropiamos debidamente de ello
a través de la investigación, de estar abiertos y dispuestos a escuchar a
nuestros mayores, de respetar las tradiciones y los valores que nos han hecho
pueblos diferentes en el mundo. Toca al comunicador indígena utilizar y diseñar
los distintos lenguajes, formatos y soportes para esta tarea.
Pero además,
la comunicación indígena debe servir como un espacio para ejercitarnos y abrir
la discusión permanente para descolonizar los conceptos impuestos y reconstruir
los propios, a fin de fortalecer nuestra vinculación con el cosmos, la
naturaleza y la vida, como lo estableció la Cumbre Continental de Comunicación
Indígena del Abya Yala celebrada en el Cauca, Colombia. También desmitificar el
desarrollo del mundo occidental, mostrar y explicar sus diversas crisis y
errores con respecto a la vida humana y la naturaleza, con el medio ambiente y
por los costos de la industrialización. Muchos de nuestros pueblos poseen saberes
y formas de vida que debemos revalorar, pero también reflexionar qué de lo que
hacemos, pensamos y creemos debe actualizarse de manera apropiada y
seleccionada a partir de nuestros saberes ancestrales. No podemos hablar que
somos o tenemos la semilla de una civilización emergente como una alternativa
cultural, social y política si no la hacemos conscientes en nosotros y si no la
mostramos al mundo. Este es un papel que la comunicación no debe obviar.
La comunicación y los medios
Hemos aprendido que podemos manejar cualquier medio. El problema son
los fines para los que accedemos a ellos y la aceptación acrítica de sus
efectos. Este es un punto pendiente de reflexión.
La Cumbre
Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala y nuestros tres primeros
Congresos de Comunicación Indígena nos han dejado claro que tenemos que avanzar
en el conocimiento y uso de nuevas tecnologías, que debemos avanzar en la
organización de estructuras y redes de colaboración a distintos niveles:
comunitario, regional, nacional y continental.
Hay
experiencias todavía poco desarrolladas en la televisión y el cine. Pero ya
tenemos experiencias valiosas con los videos, con el periodismo digital y la
misma radio. Estas experiencias deben ser sistematizadas para enriquecer nuestros acervos y nuestras posibilidades.
No olvidemos
nuestros compromisos de que las Tecnologías de Información y
Comunicación (TICs) deben estar al servicio de la vida y la cultura de los
pueblos originarios y que cada una de nuestras comunidades y pueblos tiene el
derecho de definir las formas en que deseen emplearlas.
También existe el planteamiento de dar prioridad al uso del software
libre y procurar elaborar los propios, de avanzar en la validación de nuestros
propios alfabetos, ideogramas y caracteres, poniéndolos a disposición de
nuestros pueblos, así como fomentar las prácticas artísticas como la
fotografía, el dibujo, la pintura, la danza y otras expresiones culturales de
los pueblos y nacionalidades indígenas.
Bajo este marco de apretadas ideas se puede pensar la construcción de
las políticas de comunicación indígena, que deben entenderse como directrices,
como principios, como lineamientos para que la comunicación indígena logre ser
lo que queremos que sea y sirva para los propósitos que nuestros propios
pueblos y nacionalidades decidan.
2012: Año
Internacional de la Comunicación Indígena.
La I Cumbre continental celebrada en el Territorio de Convivencia, Diálogo y Negociación de la
María Piendamó, Colombia, los días 8 al 12 de noviembre de 2010, declaró al 2012: Año Internacional de la
Comunicación Indígena y demandó a los gobiernos y organismos internacionales
que lo asuman e incluyan en sus agendas políticas y presupuestarias.
¿Qué significa esto?
En primer término, reconocer en el marco de
las leyes nacionales el derecho de los pueblos indígenas a la comunicación y a
la información.
Excepto Bolivia que en su nueva reforma
legislativa concedió a los pueblos indígenas de ese país el 14% del espectro
radioeléctrico y la ley de medios audiovisuales en Argentina, o los avances en
Ecuador, el resto de los países de lo hoy conocido como América, es de una
falta de legislación para el reconocimiento de este derecho.
En el caso de México, desde el 2007 que la
Suprema Corte de Justicia declaró inconstitucional la famosa “ley televisa” que
ignoró los derechos de los pueblos indígenas, el Congreso de la Unión no ha
sido capaz de legislar nada al respecto.
Cooptados por los intereses dominantes de
la televisión y sistema de radios dominantes en el país, el gobierno mexicano y
el Congreso de la Unión, no han sido capaces de avanzar en la legislación para
contar con una nueva Ley de
Radio y de Televisión, así como la nueva Ley de Telecomunicaciones, acorde a un
espíritu más incluyente y equitativo en el terreno de la comunicación.
El
Congreso Nacional de la Comunicación Indígena de México hemos planteado la
necesidad de reservar una parte del espectro radioeléctrico para los pueblos
indígenas.
Esta
solicitud nuevamente fue abordada el 17 de
enero de este 2009, por los comunicadores indígenas reunidos en San Cristóbal
de las Casas, Chiapas en la tercera sesión del Grupo de Trabajo del Programa para el Ejercicio de
los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Hemos
insistido en nuestra preocupación por la negativa del gobierno federal para
emitir los permisos que en este campo se les ha solicitado, mismos que se nos
han negado. Recientemente, el 19 de diciembre de 2011, hemos solicitado a
Mónica Aspe Bernal, Coordinadora de la Sociedad de la Información y
Conocimiento, de la SCT, nuestra participación en la Consulta Pública que la
SCT realiza en torno a la agenda de política pública digital.
No hemos
tenido respuesta. No sólo hay un vació en el campo legislativo sino una
tendencia de no querer escuchar a los comunicadores indígenas.
Segundo, necesitamos visibilizar en el
contexto de los diferentes países del continente Abya Yala, no solamente la
poca atención que se otorga al respeto de los derechos de los pueblos
indígenas, derechos fundamentales sobre el territorio, la consulta previa para
la explotación de los recursos naturales como el agua, bosques, construcción de
presas, otorgamiento de concesiones mineras, etc., y de forma muy específica
nuestro derecho a la comunicación y a la información, sino la importancia misma
de la comunicación indígena.
Tenemos que
reconocer que la educación oficial en México ha fracasado por fortalecer la
lengua y cultura de los pueblos indígenas de México. La comunicación indígena a
través de las radios indígenas, de los videos, del cine y de otros medios de
comunicación puede ayudarnos en este propósito de dar nueva ímpetu al
aprendizaje de las lenguas por la niñez y la juventud.
No podemos
olvidar que la UNESCO desde hace 12 años celebra este día como el Día Internacional
de la Lengua Materna. Este organismo reconoce que la vitalidad de las lenguas
dependen den todos aquellos que la hablan y se movilizan para protegerlas. Se
admite además que de los 6,000 idiomas hablados actualmente en el mundo, la
mitad de este número desaparecerá en una década. En México Inali ha señalado
cuántas lenguas están en riesgo de desaparición. Los medios de comunicación
indígena pueden ayudarnos para evitar esta catástrofe cultural.
Con esta
ceremonia que hoy realizamos, no sólo abrimos un nuevo debate sobre este
derecho a la comunicación sino una serie de actividades para fortalecerla.
Realizar talleres, reuniones y seminarios nacionales e internacionales,
celebrar el V Congreso nacional de la Comunicación Indígena Quintana Roo, en
octubre de 2012; en fin, difundir nuestras plataformas virtuales sobre
comunicación indígena: www.comunicacionesabyayala.org y www.comunicaciónindigena.mx
Los medios
indígenas tienen que convertirse en una herramienta para difundir problemas,
violación de derechos y atropellos a los pueblos indígenas, pero también para
comunicarnos entre pueblos sobre proyectos y programas de vida exitosos,
sustentables, y cuidadores del medio. Necesitamos convertir la comunicación de
muerte en comunicación de vida. Este es uno de nuestros retos y a ello
dedicaremos nuestros esfuerzos, nuestra creatividad y capacidad como
comunicadores indígenas.
Tenemos que avanzar en el fortalecimiento
de la comunicación indígena en cada una de las regiones. Estaremos avanzando paso
a paso, apoyando construyendo y fortalecimiento del talento humano, las
producciones en sus diferentes géneros. También trataremos de avanzar en la
formación de comunicadores indígenas para potenciar nuestras capacidades de
trabajo.
Requerimos instalar el tema de la
comunicación no sólo en la sociedad mayoritaria nacional, organismos y gobierno
de México, también necesitamos instalarlo desde nuestras comunidades y bases de
apoyo para proyectarlas internacionalmente. Este es nuestro propósito en este
2012.
Declaración del I Congreso Nacional de Comunicación Indígena. México
Declaración del II Congreso Nacional de Comunicación Indígena. México
Pronunciamiento Político del III Congreso Nacional de Comunicación
Indígena. México
Declaración de la Cumbre Continental de Comunicación Indígena del Abya
Yala. Resguardo indígena de La María Piendamó. Territorio de Convivencia,
diálogo y negociación, Cauca, Colombia.
* Ñuusavi, Presidente de AIPIN, miembro
de la Comisión de Seguimiento del Congreso Nacional de Comunicación Indígena de
México y como tal, miembro de la Comisión de Seguimiento de la Cumbre
Continental de Comunicación Indígena del Abya Yala.