- Propuesta de organizar III Cumbre en Bolivia será consultada a organizaciones de ese país
Servindi,
14 de octubre, 2013.- La II Cumbre Continental de Comunicación Indígena realizada en Oaxaca, México, del 7 al
13 de octubre, culminó exigiendo a los Estados y organismos internacionales
“reconocer y respetar el derecho a la comunicación de los pueblos indígenas”.
Mediante
una declaración demandó reformas legislativas, reglamentación de normas y diseño
de políticas públicas emanadas desde los pueblos, que garanticen la
sostenibilidad, la posesión y dirección de los medios propios de comunicación
indígena.
Además
de reivindicar el acceso a las nuevas tecnologías destinando presupuestos
suficientes exigen el otorgamiento de un tercio del espectro radioeléctrico en
todos los países y asegurar “la asignación de frecuencias derivadas de la
transición digital”.
La
cumbre acordó solicitar a los organismos internacionales examinar el
cumplimiento del artículo 16 de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los
derechos de los pueblos indígenas y revisar los casos de persecución y
criminalización de periodistas y medios de comunicación indígenas.
Enfatiza
además que la comunicación desde los pueblos indígenas debe contribuir a
“descolonizar el pensamiento y las prácticas sociales” y denunciar la
corrupción e injusticia que afectan nuestro sistema de vida.
La
declaración remarcó su ofrecimiento al mundo de la cosmovisión, saberes y
pensamiento indígena como alternativa para construir “una nueva utopía social
basada en la reciprocidad y la relación respetuosa entre los seres humanos y
con la Madre Naturaleza, en el contexto de la crisis civilizatoria occidental”.
Según
reportó el diario La Jornada el
apoyo financiero obtenido para la cumbre estuvo constituido por 22 millones de
pesos del gobierno mexicano mediante la Comisión Nacional
para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), lo que equivale a un aproximado
de 1 millón 700 mil dólares.
A
ello se agregan 10 mil dólares de la Organización de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura (FAO) vía Fondo Indígena y 650 mil pesos
-aproximadamente 50 mil dólares- de la cooperación española (AECID) por medio
del CRIC de Colombia.
El
evento congregó entre 500 y 700 comunicadores indígenas, varones y mujeres,
principalmente oriundos de México. Asimismo de Argentina, Bolivia, Colombia,
Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Panamá, Perú, Nicaragua, Uruguay y
Venezuela.
También
asistieron observadores y comunicadores no indígenas provenientes de Australia,
Bélgica, España, Estados Unidos, Francia, Italia y Suiza.
Fueron
notorias las ausencias de numerosas experiencias de comunicación nacionales y
extranjeras por divergencias de diversa índole surgidas en el proceso de
preparación, y cuya responsabilidad mayor recayó en el coordinador general
Franco Gabriel Hernández.
A
él se le acusa de no articular -de manera horizontal- experiencias locales de
comunicación y de actuar con soberbia, verticalismo e incompetencia.
La
gota que rebasó el vaso fue la invitación cursada al presidente Enrique Peña
Nieto a inaugurar la cumbre, hecho que numerosos oaxaqueños y mexicanos
consideró una medida inadecuada por ser un gesto pro oficialista.
A
pesar de las deficiencias organizativas los participantes en las seis mesas efectuaron
un trabajo productivo que se han visto reflejadas en el contenido de las
relatorías.
Cabe
destacar la numerosa participación de músicos, bandas, artistas de teatro,
artesanos locales de Tlahuitoltepec y Oaxaca, principalmente, así como de
observadores locales e internacionales, quienes realzaron el evento con un
programa nutrido de actividades culturales.
Fuente: SERVINDI