Reciban todos y todas
un saludo desde Wallmapu, de parte del Colectivo Editorial Mapuexpress.
1.
Hemos seguido la discusión que se ha generado en torno a la organización de la II
Cumbre Continental de Comunicación y luego de algunas semanas de debate
interno, discusión y consulta con otros comunicadores y comunicadoras,
consideramos que hemos reunido los elementos necesarios para emitir este
pronunciamiento, en cual adherimos a la posición de CLACPI. De esta
forma, queremos explicar los fundamentos de nuestra decisión de no participar
de este encuentro, pero por sobre todas las cosas, esperamos que estas líneas
sean una aporte a la discusión que se ha venido dando en estas semanas,
respecto de cómo construimos una verdadera articulación en torno al derecho a
la comunicación de los pueblos indígenas.
2. Lamentamos y nos preocupa
la situación declarada por el colectivo Ojo de Agua, refrendada luego
por importantes referentes de comunicación indígena en Chiapas, como RACCACH,
Proyecto de Medios de Comunicación Comunitaria, Proyecto Videoastas
Indígenas de la Frontera Sur y Colectivo Radio Zapatista, como a su
vez, los planteamientos del Tejido de Comunicación Indígena del Cauca Norte
-ACIN de Colombia, entre otros que tienen un importante arraigo en procesos
territoriales y comunitarios. En ella se señalaba una estructura vertical,
autoritaria y falta de coherencia en la organización de la cumbre.
Posteriormente algunas declaraciones
pretendieron desvirtuar la discusión y llevarla a un plano de tipo personal o
al terreno del financiamiento o sobre distintas visiones con respecto a
autonomía y el Derecho a la Comunicación. Al respecto, nos parece que ese
desvío invisibiliza el verdadero foco del problema. Creemos que más allá de las
comodidades en encuentros, lo primero a resguardar es la autonomía y la
dignidad y si se presentaron dificultades en la organización de esta cumbre, a
partir de las legítimas críticas que se han suscitado, que no sea visto este
escenario como una crisis o el estallido de un grave conflicto, sino que es
parte de un diagnóstico y una realidad que viene ocurriendo en diversos países.
3. Para avanzar en procesos
e intereses colectivos, se hace necesario aunar primero criterios básicos o
pisos mínimos, los que han sido delineados desde hace tiempo, en donde el
criterio de vinculación con gobiernos o empresas violadoras de Derechos
Indígenas, como ocurre en México y diversos otros países del continente hasta
Chile, ya han sido tratados en diversos espacios internacionales, tanto de
comunicación como de organizaciones indígenas. A juzgar por lo manifestado en
estos días, hay varios referentes que tienen la sensación que no se están
cumpliendo estos criterios. Cada uno es responsable de sus actos y sabrá sobre
sus estrategias de cómo resolver cuestiones de gestión para sus fines y
propósitos, pero creemos que estos pisos básicos han sido pasados a llevar por
la organización de esta cumbre.
4. Nos preocupan también las
palabras de los hermanos de Santa María Tlahuitoltepec, señalando que la
invitación a Enrique Peña Nieto fue unilateral por parte de la
coordinación y no consultada con ellos. En el contexto de los procesos
históricos en los que estamos inmersos, como integrantes de pueblos
originarios, asumimos la importancia de desarrollar una construcción política
que esté guiada por los principios ancestrales de nuestro pueblo-nación
mapuche; de la wiñoltuwündungu (reciprocidad) y el eküwün
(respeto) a los gen lelfün (anfitriones) y, a través de ellos, con los genmapu
(espíritus de los territorios) y los kuyfike püllü (espíritus
ancestrales). Solo a través de esto estaremos contribuyendo y dando el énfasis
que corresponde al kishu ngunewün (libre y autodeterminación), asumido
como derecho, pero también como nuestra obligación, lo que implica también el
respeto de estos principios por parte de nuestros aliados.
5. Por lo antes señalado,
tras una discusión entre los doce miembros del colectivo Mapuexpress, señalamos
que:
- Hemos decidido no asistir
a la II Cumbre Continental de Comunicación, por las razones antes expuestas.
Asimismo, acompañamos la decisión de CLACPI de restarse del espacio y apoyar el
desarrollo de la III Cumbre, en el territorio que sea designado.
- Reafirmamos el Derecho a
la Comunicación no sólo como una demanda, sino como una construcción que se
hace cada día, en nuestras distintas expresiones de comunicación indígena. En
nuestro caso, no estamos en desacuerdo con las posibilidades de gestión a
fondos públicos, sin embargo creemos que ese derecho a utilizar, ya sea como
criterio asistencialista, de negociación o de reparación para una acción que
permita efectividad, se haga manteniendo las autonomías y el desarrollo propio
y que no signifique intervencionismo externo ni lavados de imágenes de
gobiernos o instituciones públicas que en la práctica se han dedicado a violar
derechos humanos de comunidades indígenas y promovido la corrupción. Valoramos
el ejercicio del derecho en los marcos estatales por parte de hermanos de otras
nacionalidades indígenas, pero mostramos nuestra preocupación por la cooptación
de algunos espacios que esta experiencia ha acarreado.
- Consideramos que en este
tipo de encuentros las personas que asisten son representantes de sus propias
experiencias de comunicación, pero no concurren, necesariamente, con el mandato
de sus pueblos. Como colectivo no nos sentimos representados por ningún
potencial asistente que participe desde Wallmapu (territorio mapuche). Al
respecto es fundamental la sensatez y atender también las normas y tratados
internacionales de derechos indígenas que son claras en manifestar que los
titulares de derechos son los pueblos indígenas y que ningún grupo de
individuos indígenas puede arrogarse la representación, potestad y soberanía de
pueblos. Los derechos deben ser también respetados por las propias
organizaciones y grupos, particularmente por los referentes de comunicación.
- De la misma manera que
lamentamos que esta situación no pudiera discutirse con anterioridad y
sabiendo, por experiencia, que estos debates no pueden darse en una cumbre
despojada de su sentido original, nos alegran y despiertan las reacciones y
debates que esta cumbre ha permitido, lo que significa que estamos vivos.
Reafirmamos así, nuestro objetivo de organizarnos autónomamente como
experiencias de comunicación indígena en todo el continente, generando espacios
para la discusión soberana de las y los comunicadores indígenas, que se juntan
más allá de las amistades, con altruismo, para compartir sus experiencias
autónomas y encontrar espacios de construcción y acción colectiva conjunta.
Sabiendo que nos seguiremos
encontrando, porque nuestros caminos de resistencia y construcción están
entrelazados, los saludamos fraternalmente desde el Sur del Abya Yala
Colectivo Editorial
Mapuexpress
01 de Octubre de 2013