jueves, 3 de octubre de 2013

PRONUNCIAMIENTO DEL COLECTIVO EDITORIAL MAPUEXPRESS RESPECTO DE LA ORGANIZACIÓN DE LA II CUMBRE CONTINENTAL DE COMUNICACIÓN DE PUEBLOS INDÍGENAS Y FUNDAMENTOS DE SU DECISIÓN DE NO PARTICIPAR.

Reciban todos y todas un saludo desde Wallmapu, de parte del Colectivo Editorial Mapuexpress.

1. Hemos seguido la discusión que se ha generado en torno a la organización de la II Cumbre Continental de Comunicación y luego de algunas semanas de debate interno, discusión y consulta con otros comunicadores y comunicadoras, consideramos que hemos reunido los elementos necesarios para emitir este pronunciamiento, en cual adherimos a la posición de CLACPI. De esta forma, queremos explicar los fundamentos de nuestra decisión de no participar de este encuentro, pero por sobre todas las cosas, esperamos que estas líneas sean una aporte a la discusión que se ha venido dando en estas semanas, respecto de cómo construimos una verdadera articulación en torno al derecho a la comunicación de los pueblos indígenas.

2. Lamentamos y nos preocupa la situación declarada por el colectivo Ojo de Agua, refrendada luego por importantes referentes de comunicación indígena en Chiapas, como RACCACH, Proyecto de Medios de Comunicación Comunitaria, Proyecto Videoastas Indígenas de la Frontera Sur y Colectivo Radio Zapatista, como a su vez, los planteamientos del Tejido de Comunicación Indígena del Cauca Norte -ACIN de Colombia, entre otros que tienen un importante arraigo en procesos territoriales y comunitarios. En ella se señalaba una estructura vertical, autoritaria y falta de coherencia en la organización de la cumbre.

Posteriormente algunas declaraciones pretendieron desvirtuar la discusión y llevarla a un plano de tipo personal o al terreno del financiamiento o sobre distintas visiones con respecto a  autonomía y el Derecho a la Comunicación. Al respecto, nos parece que ese desvío invisibiliza el verdadero foco del problema. Creemos que más allá de las comodidades en encuentros, lo primero a resguardar es la autonomía y la dignidad y si se presentaron dificultades en la organización de esta cumbre, a partir de las legítimas críticas que se han suscitado, que no sea visto este escenario como una crisis o el estallido de un grave conflicto, sino que es parte de un diagnóstico y una realidad que viene ocurriendo en diversos países.

3. Para avanzar en procesos e intereses colectivos, se hace necesario aunar primero criterios básicos o pisos mínimos, los que han sido delineados desde hace tiempo, en donde el criterio de vinculación con gobiernos o empresas violadoras de Derechos Indígenas, como ocurre en México y diversos otros países del continente hasta Chile, ya han sido tratados en diversos espacios internacionales, tanto de comunicación como de organizaciones indígenas. A juzgar por lo manifestado en estos días, hay varios referentes que tienen la sensación que no se están cumpliendo estos criterios. Cada uno es responsable de sus actos y sabrá sobre sus estrategias de cómo resolver cuestiones de gestión para sus fines y propósitos, pero creemos que estos pisos básicos han sido pasados a llevar por la organización de esta cumbre.

4. Nos preocupan también las palabras de los hermanos de Santa María Tlahuitoltepec, señalando que la invitación a Enrique Peña Nieto fue unilateral por parte de la coordinación y no consultada con ellos. En el contexto de los procesos históricos en los que estamos inmersos, como integrantes de pueblos originarios, asumimos la importancia de desarrollar una construcción política que esté guiada por los principios ancestrales de nuestro pueblo-nación mapuche; de la wiñoltuwündungu (reciprocidad) y el eküwün (respeto) a los gen lelfün (anfitriones) y, a través de ellos, con los genmapu (espíritus de los territorios) y los kuyfike püllü (espíritus ancestrales). Solo a través de esto estaremos contribuyendo y dando el énfasis que corresponde al kishu ngunewün (libre y autodeterminación), asumido como derecho, pero también como nuestra obligación, lo que implica también el respeto de estos principios por parte de nuestros aliados.

5. Por lo antes señalado, tras una discusión entre los doce miembros del colectivo Mapuexpress, señalamos que:

- Hemos decidido no asistir a la II Cumbre Continental de Comunicación, por las razones antes expuestas. Asimismo, acompañamos la decisión de CLACPI de restarse del espacio y apoyar el desarrollo de la III Cumbre, en el territorio que sea designado.

- Reafirmamos el Derecho a la Comunicación no sólo como una demanda, sino como una construcción que se hace cada día, en nuestras distintas expresiones de comunicación indígena. En nuestro caso,  no estamos en desacuerdo con las posibilidades de gestión a fondos públicos, sin embargo creemos que ese derecho a utilizar, ya sea como criterio asistencialista, de negociación o de reparación para una acción que permita efectividad, se haga manteniendo las autonomías y el desarrollo propio y que no signifique intervencionismo externo ni lavados de imágenes de gobiernos o instituciones públicas que en la práctica se han dedicado a violar derechos humanos de comunidades indígenas y promovido la corrupción. Valoramos el ejercicio del derecho en los marcos estatales por parte de hermanos de otras nacionalidades indígenas, pero mostramos nuestra preocupación por la cooptación de algunos espacios que esta experiencia ha acarreado.

- Consideramos que en este tipo de encuentros las personas que asisten son representantes de sus propias experiencias de comunicación, pero no concurren, necesariamente, con el mandato de sus pueblos. Como colectivo no nos sentimos representados por ningún potencial asistente que participe desde Wallmapu (territorio mapuche). Al respecto es fundamental la sensatez y atender también las normas y tratados internacionales de derechos indígenas que son claras en manifestar que los titulares de derechos son los pueblos indígenas y que ningún grupo de individuos indígenas puede arrogarse la representación, potestad y soberanía de pueblos. Los derechos deben ser también respetados por las propias organizaciones y grupos, particularmente por los referentes de comunicación.

- De la misma manera que lamentamos que esta situación no pudiera discutirse con anterioridad y sabiendo, por experiencia, que estos debates no pueden darse en una cumbre despojada de su sentido original, nos alegran y despiertan las reacciones y debates que esta cumbre ha permitido, lo que significa que estamos vivos. Reafirmamos así, nuestro objetivo de organizarnos autónomamente como experiencias de comunicación indígena en todo el continente, generando espacios para la discusión soberana de las y los comunicadores indígenas, que se juntan más allá de las amistades, con altruismo, para compartir sus experiencias autónomas y encontrar espacios de construcción y acción colectiva conjunta.

Sabiendo que nos seguiremos encontrando, porque nuestros caminos de resistencia y construcción están entrelazados, los saludamos fraternalmente desde el Sur del Abya Yala

Colectivo Editorial Mapuexpress

01 de Octubre de 2013